Barcelona, inmersa en la evolución energética

El Ayuntamiento quiere iniciar una transición hacia la soberanía energética de la ciudad. El Consistorio explica que quiere revertir el modelo energético vigente apostando por utilizar las energías renovables en lugar de los combustibles fósiles actuales y reducir los costes gracias al impulso del sector empresarial local.


130 millones de euros es el presupuesto que el Consistorio de la capital catalana va a comprometer para transitar hacia la Soberanía Energética, con el que también quieren movilizar recursos privados. "Se pondrán en funcionamiento las herramientas necesarias para maximizar el potencial de generación renovable local. Es clave definir un plan para lograr el uso de las azoteas y las cubiertas de los edificios para generar energía eléctrica".

"Estamos trabajando en diferentes modelos de colaboración: público-ciudadana, público-particular, público-sector, para generar energía eléctrica a partir de solar FotoVoltaica". han asegurado desde el Ayuntamiento. El alquiler de azoteas para instalación de paneles solares o el apoyo directo a colectivos ciudadanos que puedan estar interesados en invertir en cubiertas comunitarias son algunas de las posibilidades que se barajan.
“La apuesta por las energías renovables no es un capricho, sino una necesidad; y en Barcelona queremos liderar esta transición energética para equipararnos a otras ciudades europeas que están apostando por unas políticas de fomento de las energías renovables".

Los principios básicos que animan la propuesta energética del Ayuntamiento de Barcelona: Pasar de un modelo basado en el consumo de combustibles fósiles a otro que se base en el aprovechamiento de las energías renovables; pasar de una producción centralizada en pocas manos a una generación ciudadana de kilómetro cero y descentralizada; pasar de un modelo que genera desigualdad y pobreza energética en la ciudad a un servicio público que garantice el derecho a la energía para todos; y pasar de un modelo en el que "la contaminación y el cambio climático impactan a la salud de las personas" a otro cuyo horizonte sea "la ciudad sostenible".

Los cuatro pilares desde los que parten son ahorro, energías renovables, eficiencia y soberanía energética. A partir de ahí, el objetivo es reducir un 10% el consumo de energía per capita; reducir un 18% los gases de efecto invernadero; doblar la capacidad de generación de energías renovables; y  garantizar los suministros energéticos. Entre las propuestas más ambiciosas está la creación de una comercializadora de energía pública, una de cuyas tareas será garantizar el suministro necesario para todas las personas y empresas con dificultades y situación de vulnerabilidad. Esta comercializadora podría estar funcionando en otoño de 2018, apuntan desde el Ayuntamiento de la ciudad Condal.

FUENTE: ENERGÍAS RENOVABLES

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