Según un estudio publicado en la revista Nature Climate Change, los sistemas de climatización nos descubren diferencias entre sexos, ya que mientras las mujeres se lamentan del frío, los hombres tienden a quejarse del calor que pasan en el centro de trabajo.
¿Quién está en lo cierto? Para descubrirlo, se analizó la fisiología de 16 mujeres jóvenes mientras realizaban trabajos de oficina. El estudio determinaba que su metabolismo basal estaba por debajo de los valores estándar, lo que confirma que las mujeres soportan temperaturas más altas que los hombres durante el verano. El estudio también recoge que para los hombres la temperatura ideal en casa o en el trabajo es de 22 °C, mientras que para ellas es de 25 °C, tres grados de diferencia.
Además, fueron analizados varios estudios en los que se llega a la conclusión de que la sensibilidad a la temperatura es muy diferente entre mujeres y hombres y que generalmente, a idéntica situación, son ellas las que tienden a sentir más frío.
No obstante, a pesar de estos estudios, en el diseño de los edificios no se tienen en cuenta las diferencias entre hombres y mujeres y se continúa aplicando el estándar, establecido en los años 60 por el investigador danés Ole Fanger quien se ajustó a los valores de un hombre de 40 años y 70 kilos.
Durante nuevas investigaciones se ha generado un modelo que fomenta una zona termoneutral (ni fría ni caliente) para el mayor número posible de personas en la que se establece una temperatura de 24°C. De esta manera, se busca que los empleados se sientan más cómodos trabajando y la empresa, además, ahorrará energía.
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FUENTE: REMICA
FUENTE: REMICA
