En las empresas, el ahorro energético beneficia tanto a grandes como a pequeñas y medianas empresas (pymes), claro que por lo que respecta a las organizaciones de pequeño tamaño, suelen fijar más su atención en los gastos que en los propios beneficios que genera el ahorro energético obtenido. Un efecto que trata de revertir el proyecto europeo PYME Energy CheckUp; una iniciativa que pone a disposición de estas empresas herramientas de análisis y evaluación comparativa, on line y gratuitas, además de asesoramiento personalizado por parte de proveedores y consultores energéticos sobre las medidas más adecuadas a implantar en las pequeñas y medianas empresas en los siguientes sectores: alojamiento, bares y restaurantes, comercios y oficinas.
Alojamiento: En este sector (hoteles, hostales, casas rurales…), el consumo energético se divide a partes iguales entre consumo eléctrico y térmico. Depende de las condiciones climáticas, la antigüedad del edificio y sus instalaciones.
Lo que más energía consume en este sector son las instalaciones de agua caliente sanitaria, refrigeración y calefacción, seguidas de las de iluminación. Para disminuir este consumo, conviene apostar por aplicar medidas de ahorro y eficiencia en estas instalaciones si son ineficientes, así como concienciar al personal y a los clientes, y establecer programas de control y seguimiento del consumo.
Bares y restaurantes: En el Proyecto PYME Energy CheckUp recogen algunos estudios recientes sobre el sector español según los cuales, los principales consumos energéticos se registran en la cocina y en climatización y ventilación del local. Le siguen en importancia la iluminación y la producción de agua caliente.
“Aplicar medidas de eficiencia, concienciar al personal propio y a los clientes, así como establecer programas de control y seguimiento del consumo son los factores clave para alcanzar el ahorro”, explican en la web del proyecto.
Comercios: En España hay más de 700.000 empresas dedicadas al sector del comercio; un 70% de estas se dedica a la venta al por menor. Los establecimientos de menos de cuatrocientos metros cuadrados representan el 58% de la facturación.
En el comercio español, el principal consumo energético se destina a las instalaciones de iluminación y climatización. En los comercios dedicados a la alimentación, la demanda de refrigeración, por ejemplo, puede representar el 85% del consumo energético total.
Al igual que en los otros sectores, aplicar medidas de ahorro y eficiencia, concienciar a las personas y establecer programas de control y seguimiento del consumo energético son factores clave para el ahorro.
Oficinas: Normalmente, el consumo energético en oficinas se distribuye en sistemas de calefacción y refrigeración, seguido de iluminación y otros equipos eléctricos. El consumo de agua caliente supone un consumo ínfimo.
Aplicar medidas de eficiencia en estas áreas, concienciar al personal propio, a proveedores y clientes, así como establecer programas de control y seguimiento del consumo son los factores clave para alcanzar el ahorro.
FUENTE: REMICA
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