El Ayuntamiento de Barcelona tiene como intención utilizar el espacio público y los edificios municipales para duplicar la producción de energía renovable de la ciudad. Una acción más de las que forman el plan para lograr un nuevo modelo energético sostenible basado en la eficiencia, el uso racional de la energía y la generación renovable y local, que se culminará con una nueva comercializadora eléctrica pública, cuyo arranque está previsto para el verano del 2018.
Según informan desde el propio ayuntamiento, ya existen hasta 12 pérgolas fotovoltaicas repartidas por la ciudad. En los próximos años, se añadirán 10 más.
Espacios públicos y edificios municipales
De las pérgolas repartidas por toda la ciudad condal, algunas fueron creadas para la generación de energía y otras han sido reconvertidas para el mismo objetivo. La energía generada pasa de forma directa a la red eléctrica de la compañía o sirve para hacer frente a otros consumos, como por ejemplo el alumbrado público.
Estas doce pérgolas generadoras de energía podrían abastecer hasta 500 hogares y con la previsión de la construcción de una decena más de estas pérgolas para los próximos años, casi 1.000 hogares podrían quedar abastecidos.
Según palabras del concejal de Agua y Energía, Eloi Badia, la ciudad cuenta con 60 edificios y equipamientos municipales generadores de energía eléctrica, con un total de 1.000 kWp de potencia fotovoltaica instalada. Actualmente hay en vigor hasta 31 proyectos más para generar energía en edificios públicos ya existentes.
Uno de los aspectos a potenciar, según Eloi Badia, es la participación activa del conjunto de la ciudadanía. Para impulsar la generación de energía de los ciudadanos, se han promovido un conjunto de ayudas y subvenciones en edificios y viviendas de la ciudad y se está trabajando en llevar a cabo bonificaciones fiscales.
FUENTE: ESEFICIENCIA
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