Las ciudades estadounidenses, poco a poco
se están comprometiendo en la lucha contra el cambio climático y se
están sumando a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Agenda 30 y el
Acuerdo de París.
Nueva York quiere colocarse como líder
nacional en reducción de la emisión de gases de efecto invernadero y
eficiencia energética modernizando sus antiguos edificios. Esta iniciativa
obligaría a propietarios de 14.500 edificios (edificios de más de 2.300 metros
cuadrados) a invertir en sistemas de calefacción, refrigeración y calentadores
de agua más eficientes.
El alcalde asegura que estos edificios
aportan casi un cuarto de las emisiones de gases de efecto invernadero de la ciudad. Gran parte de esos
edificios tendrán que cumplir con los objetivos antes de 2030, de lo contrario,
los propietarios serán multados.
Un alcalde comprometido
No es la primera medida 'verde' que se
toma desde el mandato del actual alcalde. En 2014 se anunció el plan “80×50“,
cuyo objetivo es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 80 % para 2050. Y el pasado
junio, tras las declaraciones del presidente sobre la intención de que el país
saliese del Acuerdo de París, el alcalde neoyorquino firmó una orden ejecutiva
reafirmando el compromiso de la ciudad con el acuerdo.
Severidad ante el incumplimiento
La iniciativa supondrá, para aquellos
propietarios cuyos edificios no se ajusten al cumplimiento de los objetivos,
altas multas anuales que irán en aumento según el tamaño del edificio y su
utilización de combustibles fósiles. Comenzando en 2030, un edificio de 93.000
metros cuadrados que incumpla ciertos objetivos energéticos podría llegar a
pagar hasta dos millones de dólares por cada año que no cumpla con estos.
Eficiencia energética, reducción de costos
y generación de nuevos empleos
La administración insiste en que trabajar
la eficiencia energética de edificios viejos generaría una reducción de costes
energéticos a largo plazo. Además, creen que se podrían generar unos 17 mil
nuevos empleos con las renovaciones de los edificios viejos.
Muchos propietarios deben enfrentar altos
costes iniciales, por lo que desde el gobierno de la ciudad ya se han ofrecido
diferentes formas de financiación para abaratar los costes y lograr los
objetivos.
FUENTE: THE WASHINGTON POST
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