Vivimos en tiempos “inteligentes”. Este adjetivo se ha hecho omnipresente, desde aviones a cepillos de dientes. Las ciudades, no podían dejar de ser “inteligentes”, “smart” en inglés, y desde hace unos años, las smart cities saltan como setas. Desde octubre, 79 Ayuntamientos forman parte de la Red Española de Ciudades Inteligentes. En términos absolutos, España está en la vanguardia entre los países europeos, y en una posición de privilegio para lograr las economías de escala necesarias para el desarrollo de un incipiente sector industrial y de servicios.
¿Cuántos empleos proporciona el sector? ¿Cuántos empleos se crearán gracias a las 'smart cities'? ¿Serán nuevos empleos o una reconversión de los viejos? “El mantenimiento de ciudades será, como es hoy, intensivo en mano de obra, pero la sensorización de la recogida implica que hay que pasar menos veces con el camión”. “Creo que los perfiles actuales se pueden reciclar sin problemas”, señala Carlos Monzo, profesor de posgrado sobre urbes del futuro en la Universitat Oberta de Catalunya. “Soy de la visión, quizás, más optimista: creo que esto va a forjar otros empleos”.
¿Se están formando los perfiles adecuados para los empleos por venir? Para Sánchez Cifuentes, de Siemens, la respuesta es sí: “Las nuevas generaciones ya vienen enseñadas en las tecnologías y en los dispositivos IT. Para ellas es algo natural”. “Yo creo que desde la universidad estamos respondiendo”, coincide Carlos Monzo. “Tenemos cursos especializados que ya preparan a los técnicos”.
Alrededor de los grandes grupos, tanto nacionales como internacionales, poco a poco las pymes están surgiendo y, según los expertos, son imprescindibles para la salud del sector. “Los Ayuntamientos necesitan el apoyo de pymes y de start-ups, que ofrecen ese flujo de ideas nuevas que en una gran empresa no siempre fluyen a la velocidad adecuada”, afirma Jesús María Daza, director general de Building Technologies de Siemens. “Las pymes pueden reaccionar de forma muy ágil a la demanda y desarrollar productos que cubren esa demanda específica y se integra en la cartera de servicios del proveedor”.
FUENTE: EL PAÍS
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